La medida se debe a la negativa de Holder a entregar más documentos sobre la fallida operación que permitió el trasiego ilegal de armas a México en 2009, conocida como ‘Rápido y Furioso’.
La medida sin precedentes fue aprobada con 255 votos a favor y 67 en contra, en una acción que enfrentó a republicanos y demócratas. De hecho, varios legisladores demócratas, encabezados por su líder, Nancy Pelosi, se retiraron de la sala en señal de protesta.
Así, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que acusa a los republicanos de entablar un "teatro político, en vez de una supervisión legítima del Congreso" sobre la operación.
"Desafortunadamente se impuso una agenda con motivaciones políticas y, en vez de trabajar con el presidente en sus esfuerzos para crear empleos y el crecimiento económico, hoy vimos a la Cámara de Representantes realizar un ardid político claro", proclamó Dan Pfeiffer, director de comunicaciones de la Casa Blanca.
La declaración de desacato criminal remite el caso al fiscal federal del Distrito de Columbia, Ronald Machen, quien deberá decidir si Holder es acusado ante la ley.