“El país ha sido arrasado y ¿ellos quieren que no sentemos a la mesa de negociaciones con el asesino?”, cuestionó el opositor Haitham Maleh.
La portavoz de la fuerza principal de la oposición, el Consejo Nacional Sirio, Bassma Kodmani, afirmó que el acuerdo es “ambiguo” y carece tanto un mecanismo como de un plazo de implementación.
El plan deja incluir a todas las fuerzas sirias en el proceso de transición, lo que causa el descontento de la oposición y varios países occidentales.
La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton dijo tras la reunión que los días de Assad están contados.
El acuerdo debe reemplazar al plan previo de Annan, diseñado para poner fin a la violencia, que terminó en un fracaso por la falta de implicación de algunos actores del conflicto y de varios países.
Según el Consejo Nacional Sirio, unas 800 personas fallecieron la semana pasada por enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y grupos armados de la oposición en Siria. Activistas de grupos opositores sitúan la cifra en 14.000 muertes desde las primeras manifestaciones antigubernamentales en marzo del 2011.