Sin embargo, este acuerdo no ha generado grandes expectativas entre los sirios. “Claro que nosotros somos los que tenemos que decidir qué es lo que queremos. Ya lo sabíamos antes”, dijo una mujer que como muchos otros sirios está perdiendo las últimas esperanzas de que todo se arregle.
Muchos expertos coinciden en que para que el pueblo sirio pueda decidir su futuro hay que frenar primero la violencia.
“Lo primero que hay que hacer es deponer las armas, de lo contrario la paz será inalcanzable”, comentó a RT Imad Fawzi Shueibi, presidente del Centro de Estudios Estratégicos y Documentación. Fawzi advirtió que esto no puede hacerse rápidamente ya que se ha gastado mucho dinero y muchos partidos están involucrados.
Sin embargo, hay quienes ven solo un culpable en todo el conflicto, el gobierno sirio, y aseguran que a pesar de que la oposición armada ataque, es Bashar al Assad quien debe parar.
Así, Yamor al Zoni, miembro del partido Al Ansar, asegura que el plan de paz funcionará solo si Al Assad entrega el control de las tropas y de las fuerzas de seguridad al gobierno de transición.
Pero el diálogo con los opositores es cada vez más lejano. Y es que cuando se trata de definir a quiénes la integran, no se sabe quiénes son exactamente y crecen las sospechas de que no representan los intereses del pueblo sirio sino los de otros países.
“Si esta oposición es interna no tenemos problemas. Pero si tiene pasaportes extranjeros es simplemente inaceptable”, opina una ciudadana siria. Otros subrayan: “No podemos frenar la violencia mientras otros países financien y apoyen a los rebeldes. Ellos han traído a los terroristas y el dinero. Ha sido una conspiración desde el primer día.”
Los analistas aseguran que hace falta dejar de buscar culpables y empezar a actuar para que todas las partes involucradas detengan la violencia y la paz sea el único interés a perseguir.
Sin embargo, la oposición siria mostró su decepción con los resultados de la conferencia internacional celebrada en Ginebra y considera que el plan de transición sólo será efectivo si Al Assad abandona el poder, algo que no contempla el documento debido a las reticencias de Rusia y China.
Para analizar la solución del conflicto sirio, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, podría reunirse a mediados de este mes con el nuevo jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal órgano opositor, así como con Kofi Annan, el enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe en Siria.