La decisión de bloquear las rutas cruciales para las fuerzas extranjeras rumbo a Afganistán se produjo después de que en noviembre de 2011 ataques equivocados de drones estadounidenses no tripulados se cobraran la vida de 24 efectivos pakistaníes.
Según filtra el periódico local The Express Tribune, las transportaciones aéreas de ahora se deben a un acuerdo temporal, pero no precisa desde cuándo está en vigor. Detalla que la cuestión ha sido punto de controversia entre los ministerios de Defensa y de Exteriores ya que el último consideraba el acuerdo una violación directa de la resolución del Parlamento.
Sea por una vía o por otra, finalmente las fuerzas de la OTAN obtuvieron los ‘certificados de no objeción’ (NoCs, de 'no certificates' en inglés) para sus aviones. Al mismo tiempo, cabe mencionar que ninguno de los organismos oficiales pakistaníes asumió oficialmente la responsabilidad de haber otorgado tales certificados.
Las filtraciones acerca del uso del espacio aéreo pakistaní por parte de la OTAN coincide con el fin de la visita de altos cargos militares estadounidenses a Islamabad, entre ellos el general John Allen, jefe de la ISAF, la misión de EE.UU. en Afganistán. Para el 3 de julio hay convocada una reunión del Comité de Defensa del Gabinete pakistaní destinada a analizar los resultados del encuentro. Según los medios occidentales, el ambiente es favorable y es muy probable que Pakistán reabra sus fronteras para la OTAN.
A lo largo de los 7 meses de bloqueo, EE.UU. tuvo que usar las rutas de Asia Central para abastecer las necesidades de la ISAF. Según el Pentágono, esto le costó 100 millones de dólares adicionales por mes. Insiste en que en un futuro muy próximo el precio de las vías alternativas podría crecer aún más, cuando EE.UU. empiece a sacar equipamiento de Afganistán en vista de la retirada de las tropas planeada para 2014.