Las redadas están supuestamente vinculadas con la supuesta financiación irregular de la campaña presidencial de 2007 por Lilian Bettencourt.
Los registros se realizaron en ausencia del ex mandatario y de su mujer, que se encuentran actualmente en Canadá.
Bettencourt, la heredera de una fortuna multimillonaria de L'Oreal, está acusada de donar mucho más dinero de lo permitido para la campaña presidencial de 2007 de Sarkozy. Mientras se mantuvo en el cargo, Sarkozy fue inmune a la acción de la Justicia, pero su inmunidad expiró el 16 de junio. Su ex ministro de Presupuestos, Eric Woerth, ya ha sido acusado de corrupción.
Un contable de Bettencourt dijo que en el año 2010 la heredera le dio 50.000 euros en efectivo al tesorero del partido de Sarkozy para la campaña presidencial, cantidad que supera el límite de 4.600 euros jurídicamente permitidos para las donaciones individuales.
Un libro publicado el año pasado sugirió que el propio Sarkozy recibió dinero no declarado en campaña. El ex jefe de Estado niega todas las acusaciones de maldades.