En el transcurso de los últimos días se agudizó considerablemente la tensión en las relaciones entre Venezuela y Colombia, luego de que ésta informara sobre el despliegue de una nueva base militar, cerca de la frontera entre los dos estados.
Asimismo, el presidente venezolano Hugo Chávez denunció que "aviones no tripulados" colombianos han, supuestamente, ingresado a territorio venezolano en labores de espionaje y por ello ordenó "derribarlos".
El mandatario informó que hace varios días una aeronave de fabricación estadounidense, procedente de Colombia, violó el espacio aéreo de Venezuela. "Hace pocos días, a medianoche, un avión de dos o tres metros y sin tripulantes penetró hasta Fuerte Mara (zona fronteriza), ellos no pueden penetrar ni un metro, pero lo están haciendo", afirmó Chávez este domingo durante su programa semanal “Aló Presidente”. Según el mandatario, los soldados avisaron al oficial y luego desapareció el avión, "pero todos lo vieron de dos-tres metros de largo."
Asimismo descartó que desde Caracas se esté preparando alguna agresión contra Bogotá. ”Todos los días dicen que yo quiero agredir a Colombia, por tanto, la Administración colombiana está preparando el terreno para hacer algo y presentarlo como que fuimos nosotros los agresores”, afirmó el mandatario venezolano. ”Nosotros no tenemos ningún plan contra Colombia, nunca lo hemos tenido”.
En este sentido añadió que "lo último que yo quisiera es una guerra con el país vecino, pero eso no depende de nosotros, ellos están moviendo unidades a la frontera, aviones a Aruba y curazao, siete bases a lo largo de u territorio. Tenemos que estar alertas, tranquilos pero alertas. Aquí estamos nosotros y una comunidad internacional que sabe muy bien cual es el juego".
Recordó que hace algunos meses capturaron a un agente de inteligencia colombiano por estar buscando información sensible y que entró en el país con identificación falsa.
Bogotá y Washington firmaron el 30 de octubre un acuerdo que permite a Estados Unidos instalar siete bases militares en suelo colombiano. El convenio, discutido durante tres meses antes de firmarse, generó críticas y tensiones con varios países sudamericanos y fue catalogado por el mandatario venezolano Hugo Chávez como "una proclamación de guerra". Este tratado autoriza la presencia en Colombia de, al menos, 800 militares estadounidenses y 600 civiles contratistas.
Después de que se firmara el tratado mencionado, la república bolivariana congeló sus relaciones bilaterales con Bogotá por considerar una amenaza de guerra, el hecho de instalar las bases militares norteamericanas en suelo colombiano.