Las consecuencias de la primavera árabe, el cambio del eje político mundial, las restricciones a la libertad de expresión... estos y muchos otros temas fueron planteados en los programas de Julian Assange. RT les propone recordar los momentos más interesantes del ciclo.
En el mismo momento en el que fue anunciado este espacio televisivo, comenzó una verdadera espectación en todo el mundo... Y no desilusionó a los ansiosos espectadores. El primer invitado fue nada más y nada menos que Hassan Nasrallah, el líder del movimiento chiita libanés Hezbolá.
"En Siria, lo que pedimos es negociar, es el diálogo, llevar a cabo reformas. Porque la alternativa actual es empujar al país a la guerra civil, que es lo que quieren EE.UU. e Israel”, denunció Nasrallah.
El segundo episodio vio una acalorada discusión entre el filósofo esloveno Slavoj Zizek y el escritor estadounidense ultraconservador David Horowitz, que intercambiaron opiniones bien opuestas acerca de Barack Obama, palestinos e israelíes, el concepto de libertad, y otros temas.
Horowitz sostuvo que Europa había muerto y Assange estaba de acuerdo. "Fue un periodo desastroso, Europa es un parque temático cultural, es insignificante. Es lo que pasó. Es lo que hizo su Estado de Bienestar", insistió Horowitz.
“Yo he tenido una experiencia personal con el paraíso del sueño socialista de Suecia y puedo decirle que no se parece en nada a lo que ellos anunciaron”, le respondió Assange.
Las repercusiones de la primavera árabe y el cambio del eje político mundial centraron el debate entre otros dos entrevistados: el lingüista y activista estadounidense Noam Chomsky y el historiador militar Tariq Ali.
Según Chomsky, las fuerzas populares podrían seguir el ejemplo del modelo político de Sudamérica. “Tomemos Bolivia (como ejemplo)… Una de las cosas más sorprendentes que ha ocurrido allí es que la parte de la población más reprimida del hemisferio, la población indígena, se ha trasladado al ámbito político. También está sucediendo en el Ecuador y, hasta cierto punto, en el Perú.
Bueno, están desarrollando modelos nuevos e importantes y a Occidente le convendría adoptar algunos aspectos de estos modelos rápidamente, antes de derrumbarse y acabarse", puntualizó.
La selección de personajes fue comentada por el mismo Assange. “Me llamarán traidor por entrevistar a radicales. La mayoría de los invitados han estado en la cárcel en algún momento, gente que normalmente no tiene voz”, comentó Assange a RT.
El programa provocó reacciones opuestas en los medios de comunicación… pero gozó de gran impacto y acogida en Internet. Pero lo que está en juego es ni más ni menos la vida de Julian Assange.
El fundador de WikiLeaks recibió una orden de extradición a Suecia sin ninguna garantía de que no será entregado después a Estados Unidos, donde podría acabar condenado a pena de muerte por espionaje. Tras más de quinientos días de lucha legal, el periodista se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres, donde pidió asilo político al presidente Rafael Correa, que también figuró en la lista de invitados.