Un grupo armado toma como rehenes a los vecinos de una ciudad siria

Un grupo de unos 300 milicianos armados atacó la norteña ciudad siria de Silkin y tomó a sus habitantes como rehenes, informó el diario independiente sirio Al-Watan.
De acuerdo a la fuente, los hombres armados bloquearon todos los accesos a la ciudad de Silkin, que se encuentra en la provincia de Idlib (en la frontera con Turquía), principal bastión del Ejército Libre de Siria.

Anteriormente se informó sobre diversos hechos violentos que ocurrieron en distintas parte del país. En Homs, los extremistas tomaron a civiles como "escudos humanos", al verse rodeados por las fuerzas de seguridad.

Además, en las afueras de esa ciudad fueron detonados explosivos en un oleoducto que suministraba petróleo a los puertos marítimos. El ataque causó un gran incendio, por lo que el bombeo fue suspendido.

En las afueras de la capital siria, en tanto, continúan produciéndose intensos combates. A pesar del anuncio oficial que indicaba que había sido derrotada la banda terrorista que operaba cerca de Damasco, focos de resistencia armada aún permanecen en Duma, Hama, Harasta y otras localidades.

Este jueves, el Ministerio iraquí de Asuntos Exteriores aseguró que dispone de informaciones que demuestran que miembros de la red Al Qaeda entraron a Siria procedentes de Irak para cometer "ataques terroristas".

"Disponemos de sólidas informaciones de inteligencia según las cuales la red terrorista Al Qaeda ha tomado otra dirección, hacia Siria, para ayudar, para servir de enlace, para cometer ataques terroristas", declaró el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Hoshiyar Zebari, durante una rueda de prensa en Bagdad.

En esta misma línea, el vocero de plataforma ‘No a la guerra imperialista’, Benito García Pedraza, comentó a RT que, en efectivo, lo que se está haciendo es crear una “alianza contra el Gobierno sirio tanto por parte de las monarquías árabes, como por parte de EE. UU. en calidad de imperio global que pretende imponer su dominio apoyándose en su satélite, en este caso Israel”.



Damasco ya denunció en varias ocasiones que grupos terroristas estaban detrás de la desestabilización del país. Según aseguró en su momento el presidente Bashar Al Assad, los "grupos terroristas" intensificaron los homicidios y secuestros en el país y subrayó que "ningún diálogo político o actividad política podrán tener éxito mientras grupos terroristas armados sigan operando y extendiendo el caos y la inestabilidad".