2,8 millones de libios han sido convocados para elegir los 200 miembros del Congreso Nacional General (CNG), el máximo órgano legislativo, que sustituirá al Consejo Nacional de Transición (CNT), que ha dirigido el país desde la caída de Gaddafi pero que no ha logrado formar un gobierno que satisfaga a sus ciudadanos.
De los 200 escaños 120 están reservados a candidatos independientes y 80 a miembros de los más de dos centenares de partidos que concurren a los comicios. El número de candidatos independientes se acerca los 3500, entre los que figuran más de 500 mujeres.
Los favoritos son fundamentalmente tres partidos: el Partido de la Justicia y la Construcción (PJC), brazo político de los Hermanos Musulmanes libios; el Partido Nacional, de orientación salafista, y la alianza nacionalista Fuerza Nacional, del ex primer ministro Mahmud Jibril.
Las prerrogativas del CNG serán designar un presidente y el nuevo primer ministro después de que la actual asamblea legislativa anunciara hace dos días que la Comisión Constitucional, que deberá elaborar una nueva Carta Magna, no será constituida por el CNG, como estaba previsto, sino que será elegida por sufragio universal dentro de cuatro meses.
En víspera de los comicios el Ejército libio ha decretado el estado de alerta para asegurar el desarrollo tranquilo de la jornada y ha desplegado tres mil soldados que apoyarán a cuarenta mil agentes de seguridad. La medida se tomó ante los temores sobre posibles acciones ilegales por parte de grupos radicales.
El domingo pasado personas armadas que pedían una mayor autonomía para el este de Libia tomaron por asalto la oficina de la comisión electoral nacional en la ciudad de Bengasi y quemaron material electoral a las afueras del recinto. La fuerza fuera de control de algunas de estas milicias ha generado en el país una fuerte sensación de inseguridad y ha puesto en tela de juicio la capacidad real del Gobierno central para controlarlas.
En este sentido el periodista internacional Eloy Pardo pronostica que el caos seguirá en Libia, un país que ahora se rige por la política que le impone Occidente. "Los partidos que están presentándose a las elecciones son los partidos que salen de esta guerrilla apoyada por la OTAN con bombas desde el cielo. Son partidos fundamentalmente de corte islamista radical, en cuyo seno no está el apaciguamiento, el crear condiciones democráticas para la sociedad libia", dijo en sus declaraciones a RT el experto.
Una de las grandes e inquitantes incógnitas de estos comicios es saber si las milicias aceptarán sus resultados. Algunas de ellas ya han mostrado su rechazo a las reglas del juego electoral y demandan una revisión de los escaños que se concederán en la Asamblea Nacional, que según la distribución, daría mayor presencia a la libia Tripolitana.
A mediados de febrero de 2011 en Libia se celebraron manifestaciones masivas contra el Gobierno del coronel Muammar Gaddafi, que más tarde se convirtieron en un enfrentamiento armado entre las fuerzas del régimen y la oposición. Gaddafi, que dirigió el país durante 42 años, fue derrocado por la oposición el año pasado con el apoyo de las fuerzas de la OTAN. La captura, linchamiento y ejecución de Gaddafi tuvo lugar el veinte de octubre de 2011 en las afueras de Sirte, su ciudad natal. Poco después los líderes de la rebelión libia, integrados en el Consejo Nacional de Transición, declararon este órgano única autoridad legítima del Gobierno.