Supervivientes de las inundaciones en Rusia a RT: “el agua subió tres metros"

Las autoridades de la región meridional rusa de Krasnodar ayudan a los miles de afectados por la catastrófica inundación que este sábado azotó la región, dejando a su paso más de 170 personas muertas. Es la peor cátastrofe de este tipo registrada en el sur de Rusia. La ciudad más afectada fue Krymsk.
La catástrofe ha arruinado la vida de hasta 13.000 personas que, además de perder a sus seres queridos, vieron como la riada dejó sus hogares gravemente dañados o destruidas.  Además, por si fuera poco, la cifra de víctimas mortales sigue aumentando a medida que los equipos de rescate recuperan más cuerpos entre los escombros. 



Los más de 10.000 socorristas que continúan desarrollando sus labores de rescate en la zona inundada asistidos por 140 helicópteros, aún albergan la esperanza de encontrar a más supervivientes. Asimismo, más de 600 militares junto con el Ministerio ruso de Emergencias ayudan a eliminar las consecuencias de la inundación.

Las lluvias torrenciales sorprendieron los habitantes de Krymsk, Novorossiisk y Gelendzhik la noche del 6 al 7 de julio. Una gran parte de las víctimas son personas jubiladas que estaban durmiendo cuando cayó el torrencial y no pudieron escapar a tiempo.
 

La ciudad más afectada fue Krymsk, que, según varios testigos de la catástrofe, se borró literalmente de la faz de la tierra: “todo quedó completamente bajo el agua.  Todo... Todos los centros comerciales, el mercado, las tiendas… ahora ya no hay nada”.
Ludmila, otra vecina, se protegió de las inundaciones encaramándose al tejado de su casa, donde permaneció durante toda la noche. “Por la noche el agua subió unos tres metros por encima del nivel del suelo, eso seguro. Si el techo de la casa no hubiera resistido, yo habría muerto. Nadie podía pensar que el nivel del agua sería tal alto. Cuando por la mañana salí de casa el agua me llegaba ya hasta la cintura. Recogí todos los documentos que pude encontrar y salí”, contó Ludmila a RT. 
 “Fue un desastre terrible. Me agarré a la valla. Vi al marido de mi hija acercándose, le llegaba el agua a las rodillas. Le oí gritar a los socorristas: ‘¡Salvad a mi suegra!’. Justo después de que me ayudaran a subir al camión, la casa vecina se derrumbó”, dijo.

(twitter.com/briciosegovia/ La testiga de la catástrofe, Liudmila)  

A pesar de que el nivel del agua acumulada en las calles ha disminuído de una manera significativa, varias localidades, como Krymsk, siguen inundadas. Más de 30.000 personas en 7 localidades afectadas siguen sin electricidad, que fue cortada por razones de seguridad. En Gelendzhik, otra de las ciudades inundadas, varias personas murieron electrocutadas al desplomarse un cable sobre la calle por la que transitaban cuando llovía.

Además de la electricidad, fueron cortados sistemas de suministro de gas y de agua, así como tramos del ferrocarril y de la autopista Krasnodar-Novorossiisk a la altura del kilómetro 116.  “No hay electricidad. Tampoco hay agua y para qué… hay mucha alrededor. Queda un poco de gas para preparar  una sopa y nada más”, describe la situación actual la habitante afectada María Zubaliy.  Las autoridades están seguros de que serán capaz de restaurar la red de abastecimiento en un par de días.

El gobernador de la región de Krasnodar, Alexander Tkachev, -que reconoció que "la escala de la catástrofe deja estupefacto"- rechazó los rumores que afirman que las inundaciones fueron provocadas por las descargas de agua del embalse Neberdzhaevskoe. Asimismo, el Ministerio ruso de Emergencias  afirmó que la investigación mostró que las descargas se realizaron del modo habitual, por lo que no podían en ningún modo desencadenar el siniestro.



 

 (AFP/ Mikhail Mordasov)  

 
  (AFP/ Mikhail Mordasov) 

 
  (AFP/ Mikhail Mordasov)