El acróbata tenía la intención de cruzar un valle en la provincia de Human caminando por la cuerda foja, de espaldas, y con los ojos vendados. Le faltaban por cubrir unos 40 metros cuando perdió el equilibrio, y como no tenía ningún cable de seguridad, se cayó.
De puro milagro Aisikaier, acróbata de sexta generación, no se rompió ningún hueso y logró salir por su propio pie del fondo del valle.