Pese a las declaraciones de la Fuerza Aérea estadounidense de estar trabajando ampliamente para descubrir el “misterio de la hipoxia” en los pilotos del avión más caro del mundo, el caza F-22 Raptor, otro de ellos casi fue asfixiado por su propio avión pero pudo aterrizar exitosamente, informaron este martes los medios del país.
"Acabamos de enterarnos de otro incidente de hipoxia, el piloto se declaró en estado de emergencia fuera de Hawái el pasado viernes y aterrizó exitosamente", dijo a los periodistas el senador demócrata por Virginia Mark Warner.
Ahora, el incidente será revisado en un período de treinta días, pero seguramente se trata de otro indicador de los problemas del sistema de oxígeno de los Raptor, que ya antes habían provocado el rechazo de algunos pilotos de la Fuerza Aérea de EE.UU. a usar el Raptor.
De momento, el “culpable” de los incidentes es el sistema de generación de oxígeno. Anteriormente, se consideró como otra causa los trajes antiG de los pilotos, pero ya fueron sustituidos.
Mientras tanto, los Raptor lejos de infundir miedo a sus posibles adversarios, tienen permitido volar solo cerca de sus bases, para aterrizar de emergencia y salvar la vida de aquellos valientes que se atreven a pilotar a este caza invisible de quinta generación.