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El Vaticano demanda a una revista alemana por 'manchar' al Papa
Dios perdona, el Papa no. El Vaticano demandó a una revista satírica alemana por ofender con fotos al Papa.
La edición de julio de la revista satírita alemana Titanic reproduce en la portada una imagen del Papa Benedicto XVI con una mancha amarilla en su traje debajo de la cintura y en la contraportada otra de espaldas con una mancha marrón a la misma altura.
"Aleluya en el Vaticano. Encontrada la filtración" es el titular de la publciación con el que se hace referencia al escándalo por la revelación de correspondencia entre altos funcionarios del Vaticano. El caso ha sido llamado por la prensa internacional como el 'Vatileaks'.
La Audiencia de Hamburgo a instancias de El Vaticano temporalmente prohibió la distribución de la edición o que se muestren las imágenes en Internet.
Los editores de la revista han decidido entre tanto continuar con la venta de la edición con la portada en blanco y su director, Leo Fischer, está preparándose para una batalla judicial.
Rechaza que la revista haya dañado la reputación del Papa y lamenta que el Sumo Pontífice, de origen alemán, "nos haya malentendido".
Michael Konken, presidente de la Asociación de la Prensa Alemana, cree que la revista no ha atentado contra los sentimientos religiosos de los católicos, sino que ha caricaturizado al Papa como representante de la burocracia vaticana.
"Se puede debatir sobre el buen gusto, pero esa imagen está dentro de la libertad de sátira", dijo Konken.
"Aleluya en el Vaticano. Encontrada la filtración" es el titular de la publciación con el que se hace referencia al escándalo por la revelación de correspondencia entre altos funcionarios del Vaticano. El caso ha sido llamado por la prensa internacional como el 'Vatileaks'.
La Audiencia de Hamburgo a instancias de El Vaticano temporalmente prohibió la distribución de la edición o que se muestren las imágenes en Internet.
Los editores de la revista han decidido entre tanto continuar con la venta de la edición con la portada en blanco y su director, Leo Fischer, está preparándose para una batalla judicial.
Rechaza que la revista haya dañado la reputación del Papa y lamenta que el Sumo Pontífice, de origen alemán, "nos haya malentendido".
Michael Konken, presidente de la Asociación de la Prensa Alemana, cree que la revista no ha atentado contra los sentimientos religiosos de los católicos, sino que ha caricaturizado al Papa como representante de la burocracia vaticana.
"Se puede debatir sobre el buen gusto, pero esa imagen está dentro de la libertad de sátira", dijo Konken.
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