Al Bashir dijo en una conferencia de prensa en Cisjordania que los informes médicos fueron incapaces de diagnosticar la enfermedad que acabó con la vida de Arafat, pero que las pruebas sugieren que fue envenenado por una sustancia tóxica, aunque no aportó evidencias para sostener su afirmación.
La viuda del fallecido presidente palestino, había pedido la exhumación de los restos mortales en vistas de la información publicada por la cadena Al Yazira, según la cual Arafat pudo ser envenenado con la sustancia radiactiva letal conocida como polonio 2010.
El que fuera presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), falleció en noviembre de 2004 en París a los 75 años de edad, unos días después de ser ingresado en un hospital. Ocho años después, aún se desconoce la verdadera causa de su muerte, ya que los médicos que lo trataron dijeron que no habían podido establecerla.
El reportaje de Al Yazira indicó que durante una investigación realizada por el Instituto de Radiofísica de Lausana, Suiza, se encontraron grandes cantidades de esa sustancia en prendas de Arafat.
El pasado martes una fuente oficial palestina señaló bajo condición de anonimato que varios países, entre ellos EE.UU. y Francia, estaban presionando a la ANP para que no investigue la muerte del histórico líder, por considerar que dificultaría la reanudación del diálogo de paz con Israel. La fuente agregó también que cree que el nivel de presión podría de hecho impedir las pesquisas.
Israel por su parte, tachó de “ridículas” las alegaciones de que Arafat murió envenenado y las consideró un complot para tratar de involucrar a sus servicios secretos en la muerte del líder palestino.