Los manifestantes exigieron al gobierno japonés que no active los reactores nucleares de dicha central. La jornada sirvió también para recoger firmas para instar a las autoridades a la desnuclearización total del archipiélago, crear "una sociedad sustentable y pacífica" y cambiar la política energética del país.
¿Adiós, centrales nucleares?
La marcha fue una de las más grandes organizadas hasta la fecha por el movimiento antinuclear nipón y contó con la participación unas 170.000 personas, según datos del grupo "Sayonara nukes" ("¡Adiós, nucleares!").
La marcha partió desde el céntrico parque de Yoyogi hacia varios puntos de la ciudad en los que había escenarios para las diversas actuaciones y discursos de intelectuales y artistas a favor de este movimiento, entre ellos el premio Nobel de Literatura, Kenzaburo Oe.
Varias protestas masivas precedieron también a la reactivación de la central nuclear de Oi hace dos semanas. La planta nuclear está situada en la provincia de Fukui (al centro de Japón) y fue la primera en volver a funcionar tras el accidente en Fukushima,
que obligó a paralizar gradualmente todas las centrales del país.
Este lunes en Tokio, miles de manifestantes de todas las edades criticaron con cánticos la reapertura del reactor nuclear de la planta de Oi.
Promesas y protestas
Anteriormente, Japón anunció su voluntad de buscar fuentes de energía alternas, pero el 1 de julio las autoridades decidieron poner en marcha el tercero de los reactores de la central nuclear de Oi.
Mientras tanto, a esa reapertura le seguirá este miércoles 18 de julio la de una segunda unidad en esa misma central, a fin de evitar la escasez energética en los meses de verano en Japón, que antes de la crisis nuclear obtenía el 30 % de su energía de las plantas atómicas. Por su parte, los grupos de industriales japoneses, que son los principales consumidores de electricidad, pidieron al gobierno activar una buena parte de las centrales.
Actualmente, sólo uno de los reactores nucleares de la central de Oi, entre los 50 que hay en Japón, está en funcionamiento, después de que el gobierno decidiera interrumpir el uso de este tipo de energía y revisar las centrales del país.