Las unidades de vivienda se están beneficiando de que el Gobierno haya catalogado los asentamientos como "prioridad nacional", un estatus que normalmente está reservado para personas de bajos ingresos, ciudades y pueblos donde el Gobierno quiere fomentar el desarrollo y atraer a nuevos residentes.
En enero, el Gabinete israelí identificó a más de 550 comunidades, incluyendo 70 asentamientos de Cisjordania, como áreas de prioridad nacional. La lista ha atraído protestas inmediatas de los palestinos, que consideran la Ribera Occidental como el núcleo de un futuro estado palestino. Los EE.UU. exigieron una explicación de la inclusión de los asentamientos.
Ante la presión internacional, los dirigentes israelíes celebraron una segunda votación en una reunión llevada a cabo por teléfono para excluir los asentamientos de la medida. Poco después, Netanyahu dijo en una conferencia de prensa en la que participó con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que la decisión del Gabinete inicial fue un error.
Ni los palestinos ni la comunidad internacional ven las cosas de esa manera
Los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén oriental están en el corazón de un estancamiento que lleva ya tres años entre los esfuerzos de paz en Oriente Medio. Los palestinos reclaman ambas zonas, capturadas por Israel en 1967, para formar un futuro estado. Pero con más de 500.000 colonos judíos que viven ahora en estas zonas, los palestinos dicen que su sueño de un estado independiente se está desvaneciendo a medida que crece con más fuerza la partición de la tierra entre israelíes y palestinos.
La comunidad internacional, incluido Estados Unidos, dice que los asentamientos son ilegales o ilegítimos. Los palestinos dicen que solo se reanudarán las conversaciones de paz si Israel detiene la construcción de asentamientos en los territorios ocupados que reclaman.