La pequeña embarcación parecía estar dirigiéndose hacia ese puerto. El buque estadounidense de EE.UU. advirtió a la tripulación de la nave dubaití cuando pasaba a una distancia de 1.200 metros e hizo al menos un disparo de advertencia antes de tomar la decisión de disparar, explicaron los funcionarios de EE.UU.
El funcionario estadounidense no dio más detalles, pero indicó que el barco podría haber sido confundido con una amenaza en aguas del Golfo, no lejos de las fronteras marítimas de Irán.
Washington reforzó recientemente su presencia militar en el Golfo Pérsico tras enviar un número indeterminado de cazas furtivos F-22 y tres portaaviones a las aguas cercanas a Irán, a saber el USS Enterprise, el USS Dwight D. Eisenhower y el USS Abraham Lincoln. Ahora, el USS John C. Stennis se unirá a este grupo en agosto, como lo muestran informes recientes.
Además de estas embarcaciones, decenas de pequeños sumergibles no tripulados Sea Fox serán enviados por la misma ruta. Los 'drones submarinos' son capaces de detectar y destruir cualquier mina que Teherán pueda plantar en el fondo marino, en caso de que decidan aumentar el bloqueo del Estrecho de Ormuz.
EE.UU. presiona a Irán en todos los frentes
Mientras el Pentágono investiga ahora el ataque en el Golfo Pérsico, los analistas indican que el incidente tiene un explícito trasfondo bélico y que podría allanar el camino hacia una guerra contra Irán.“Lo que pasa es que EE.UU. durante varios meses está realizando una política de ejercer presión a Irán por varios medios. Uno es un medio político […] dentro de la esfera de las organizaciones internacionales que presionan a Irán. Otro es en el marco financiero por medio del embargo […] y el último consiste en ejercer la presión militar”, dijo a RT analista en Oriente Medio, Wilfredo Amr Ruiz.
“Y esto definitivamente podría dar señales de que alguna acción militar se puede preparar o va camino de prepararse respecto a Irán”, agregó.
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