España concede asilo a un albino de Malí
Por primera vez en la historia, el Gobierno español concedió el estatuto de refugiado a un negro albino, que inmigró ilegalmente desde Malí.
Abdoulaye Coulibaly, de 22 años, que solicitó asilo tras llegar en cayuco a las costas de Tenerife, consiguió demostrar que su vida corría peligro por el simbolismo mágico que tiene su color de piel en los ritos de brujería en Malí.
Aunque hasta ahora no se habían constatado los asesinatos de negros albinos en este país, como sí sucede en algunos otros de África subsahariana, principalmente en Tanzania y Burundi, el joven maliense argumentó que había sufrido dos intentos de secuestro con el fin de enriquecerse con la venta o la utilización de partes de su cuerpo en estos ritos. También afirmó conocer casos en los que se cortan los dedos, el pelo o la cabeza de otros albinos para usarlos en rituales. Por eso considera su llegada a España como el cumplimiento de su más ansiado sueño, ya que aquí nadie le discriminará por el color de su piel, ni su vida estará permanentemente en peligro.
Coulibaly comenta que de sus tres hermanos dos también son albinos y, por el momento, su objetivo principal es traerlos a España para que no pasen sus vidas atemorizados y marginados.
El asesinato de negros albinos para rituales de brujería "es una amenaza latente en toda África", según la abogada del refugiado, Rocío Cuéllar.
La persecución de las personas albinas se basa en la superstición de que ciertas partes de su cuerpo transmiten poderes mágicos y prosperidad a quien los usa como amuletos. De estas ideas procede la “tradición” de emplearlas como ingredientes en rituales de brujería, brebajes y pociones. En consecuencia, los albinos son perseguidos, asesinados y desmembrados y sus tumbas se profanan. Al mismo tiempo, otra gran parte de la población considera que los albinos están malditos y que traen mala suerte, de manera que este grupo discriminado está condenado al ostracismo y sus vidas corren peligro por razones completamente opuestas a las anteriores.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) comenta que actualmente está procesándose una solicitud más, por parte de otra persona que reside en Valencia con las mismas características de Coulibaly. En el pasado hubo ya cuatro o cinco peticiones que no llegaron a prosperar.