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Juez militar de Guantánamo se rehúsa a dejar el caso del atentado al destructor USS Cole
El juez militar que lleva el juicio por crímenes de guerra contra un saudí preso en Guantánamo por el ataque al USS Cole rechazó una moción de la defensa el martes, en la que lo instaban a retirarse del caso por no ser imparcial.
Los abogados del saudí Abd al-Rahim al-Nashiri no creen que el coronel del Ejército, James Pohl, pueda ser imparcial ya que tiene un incentivo finaciero del Pentágono, que paga su salario, y además es juez en otros casos de reos de Guantánamo. Sin embargo, Pohl consideró en una audiencia que la defensa ofreció poca evidencia para apoyar su argumento.
Al-Nashiri está acusado de orquestar el atentado del año 2000 contra el destructor USS Cole, en el que murieron 17 marineros. El hombre de 47 años ha permanecido retenido en la Base Naval de EE.UU. en la Bahía de Guantánamo, en Cuba, desde el 2006, después de haber estado detenido por la CIA en una serie de cárceles secretas. Se le considera como uno de los más altos dirigentes de Al Qaeda.
Al-Nashiri es uno de los presos que ha sido sometido a técnicas de interrogatorio severas, incluyendo el ahogamiento simulado, en virtud de las normas aprobadas por el gobierno de George W. Bush. Muchas de esas prácticas han sido repudiadas, entre ellas la tortura.
Al-Nashiri también fue amenazado con una pistola y un taladro eléctrico, porque los interrogadores creían que estaba reteniendo información sobre posibles ataques contra EE.UU., según un informe del inspector general de la CIA.
El caso de Al-Nashiri ha atraído la atención debido a que es el primero en el que se pide la pena capital y está dirimiéndose bajo un sistema de comisiones militares y ha sido revisado por el Congreso y la administración de Obama.
Las comisiones siguen siendo objeto de críticas por parte de los abogados defensores y los grupos de derechos humanos que se han quejado de que las reglas se concentran en favor de la parte acusadora.
El martes 17 de julio, Rick Kammen, uno de los abogados defensores, sugirió que el proceso en contra de su cliente es similar a los de la Inquisición española.
En una moción presentada el 14 de junio, la defensa de al-Nashiri dijo que Pohl tiene un contrato que se renueva cada año por el mismo gobierno de los EE.UU. que está presionando para lograr procesamientos exitosos, condenas y sentencias de muerte para los presos de Guantánamo que enfrentan cargos por crímenes de guerra.
“No cabe ninguna duda que una base militar no es el mejor lugar para invertir en justicia. Una base que se ha hecho célebre en el mundo como un lugar donde se tortura mucho menos. Una base militar, ubicada en un país como Cuba, que no desea que esta base militar esté ahí, menos todavía. O sea hay un colmo de condiciones que van contra la lógica”, asegura el analista político Iroel Sánchez.
Al-Nashiri está acusado de orquestar el atentado del año 2000 contra el destructor USS Cole, en el que murieron 17 marineros. El hombre de 47 años ha permanecido retenido en la Base Naval de EE.UU. en la Bahía de Guantánamo, en Cuba, desde el 2006, después de haber estado detenido por la CIA en una serie de cárceles secretas. Se le considera como uno de los más altos dirigentes de Al Qaeda.
Al-Nashiri es uno de los presos que ha sido sometido a técnicas de interrogatorio severas, incluyendo el ahogamiento simulado, en virtud de las normas aprobadas por el gobierno de George W. Bush. Muchas de esas prácticas han sido repudiadas, entre ellas la tortura.
Al-Nashiri también fue amenazado con una pistola y un taladro eléctrico, porque los interrogadores creían que estaba reteniendo información sobre posibles ataques contra EE.UU., según un informe del inspector general de la CIA.
El caso de Al-Nashiri ha atraído la atención debido a que es el primero en el que se pide la pena capital y está dirimiéndose bajo un sistema de comisiones militares y ha sido revisado por el Congreso y la administración de Obama.
Las comisiones siguen siendo objeto de críticas por parte de los abogados defensores y los grupos de derechos humanos que se han quejado de que las reglas se concentran en favor de la parte acusadora.
"Se parece a la Inquisición"
El martes 17 de julio, Rick Kammen, uno de los abogados defensores, sugirió que el proceso en contra de su cliente es similar a los de la Inquisición española.
En una moción presentada el 14 de junio, la defensa de al-Nashiri dijo que Pohl tiene un contrato que se renueva cada año por el mismo gobierno de los EE.UU. que está presionando para lograr procesamientos exitosos, condenas y sentencias de muerte para los presos de Guantánamo que enfrentan cargos por crímenes de guerra.
“No cabe ninguna duda que una base militar no es el mejor lugar para invertir en justicia. Una base que se ha hecho célebre en el mundo como un lugar donde se tortura mucho menos. Una base militar, ubicada en un país como Cuba, que no desea que esta base militar esté ahí, menos todavía. O sea hay un colmo de condiciones que van contra la lógica”, asegura el analista político Iroel Sánchez.
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