El programa de television ‘Microfono abierto’ de la TV Pública de Paraguay surgió como una necesidad ante la falta de un medio que escuchara a todas las voces del país. El proyecto está al servicio de la ciudadanía, sin colores políticos ni sentido de pertenencia a un gobierno de turno, y en la actualidad está en peligro.
El programa tenía una idea tan sencilla como su nombre: un micrófono abierto en la calle para que cualquiera pudiera expresarse libremente en la televisión nacional.
Marcelo Martinessi, ex director de la tv pública, cuenta que empezó a sonar su teléfono minutos después de la destitución de Lugo. Al otro lado de la línea se escuchaba a la gente del Gobierno de Franco y le decían que tenía que cambiar la programación y que no podía seguir mostrando las manifestaciones de la gente en la plaza.
Los trabajadores del ente público denunciaron intentos de provocación y amedrentamiento en las visitas oficiales de los funcionarios del Gobierno de Franco al edificio, lo que derivó en protestas multitudinarias en defensa del proyecto audiovisual.
Al poco tiempo llegaron los primeros despidos oficiales, entre ellos, los de 6 periodistas acusados por el Gobierno de percibir salarios demasiado elevados. Una de las afectadas es la presentadora Daniela Candia, quien asegura que las cifras de sus sueldos fueron infladas deliberadamente para iniciar una campaña de desprestigio y encubrir despidos ideológicos.
A pesar de las acusaciones, el Gobierno insiste en ser una continuidad del proceso democrático y asegura que no persigue ideológicamente a nadie. Pero el periodismo independiente con fuertes críticas hacia Franco teme que todavía no se haya visto lo peor.
Por ahora los ojos de la región y del mundo siguen atentos a Paraguay, ahora con la preocupación de que se ahogue una libertad de expresión que es fundamental para que cualquier gobierno se considere democrático.