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Bahréin: la policía dispersa con gas y balas de gomas a los manifestantes
En Bahréin la policía dispersa con gases lacrimógenos y, al parecer, con balas de goma a miles de manifestantes que respondieron con bombas incendiarias.
Cuando el Gobierno se negó a autorizar más de 25 movilizaciones convocadas para este viernes, la multitud salió a las calles y protagonizó violentos enfrentamientos.
El primer día del mes sagrado del Ramadán sirvió de pretexto a las autoridades para prohibir las concentraciones. El gobierno quiere prohibir las marchas para evitar los cortes de tráfico y poner freno a la violencia callejera. Desde febrero de 2011 al menos 50 personas han sido asesinadas en el país.
Los indignados exigen reformas políticas ante la difícil situación que vive este país árabe.
La oposición contempla esta prohibición como un nuevo intento de la monarquía para silenciar las reivindicaciones populares. El reino lleva 17 meses envuelto en enfrentamientos entre la monarquía suní y los manifestantes chiíes (que son mayoría en Bahréin) que se sienten vítimas de una discriminación sistemática.
La insurrección fue aplastada en un primer momento, al que siguió un período de ley marcial, pero la inestabilidad ha continuado con enfrentamientos entre la policía y jóvenes que acusan a la monarquía de marginarles.
Sayed Hadi al-Mosawi, un miembro de la oposición que participa en las protestas, dijo a RT que las fuerzas de seguridad de Bahrein tienen órdenes de disparar a matar contra los manifestantes.
"Cualquier persona que trate de participar en una protesta en Bahrein podría estar en peligro, debido a que las fuerzas de la policía antidisturbios no se preocupan por la vida de la gente. Ellos no solo previenen a la gente, sino que disparan directamente a sus cuerpos", dijo.
Al-Mosawi lamenta que el gobierno esté tratando de arrebatar completamente a la gente de su libertad de expresión. "Ellos saben muy bien que nuestras protestas son totalmente pacíficas".
El primer día del mes sagrado del Ramadán sirvió de pretexto a las autoridades para prohibir las concentraciones. El gobierno quiere prohibir las marchas para evitar los cortes de tráfico y poner freno a la violencia callejera. Desde febrero de 2011 al menos 50 personas han sido asesinadas en el país.
Los indignados exigen reformas políticas ante la difícil situación que vive este país árabe.
La oposición contempla esta prohibición como un nuevo intento de la monarquía para silenciar las reivindicaciones populares. El reino lleva 17 meses envuelto en enfrentamientos entre la monarquía suní y los manifestantes chiíes (que son mayoría en Bahréin) que se sienten vítimas de una discriminación sistemática.
La insurrección fue aplastada en un primer momento, al que siguió un período de ley marcial, pero la inestabilidad ha continuado con enfrentamientos entre la policía y jóvenes que acusan a la monarquía de marginarles.
Sayed Hadi al-Mosawi, un miembro de la oposición que participa en las protestas, dijo a RT que las fuerzas de seguridad de Bahrein tienen órdenes de disparar a matar contra los manifestantes.
"Cualquier persona que trate de participar en una protesta en Bahrein podría estar en peligro, debido a que las fuerzas de la policía antidisturbios no se preocupan por la vida de la gente. Ellos no solo previenen a la gente, sino que disparan directamente a sus cuerpos", dijo.
Al-Mosawi lamenta que el gobierno esté tratando de arrebatar completamente a la gente de su libertad de expresión. "Ellos saben muy bien que nuestras protestas son totalmente pacíficas".
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