La mañana del jueves el ejecutivo de Mariano Rajoy aprobaba en solitario, sin apoyo de ningún otro partido, un nuevo paquete de medidas. Por la tarde, el centro de Madrid se colapsaba y se han dado manifestaciones en más de 80 ciudades contra el tijeretazo.
“Este hachazo es increíble, aparte de que hay mucha gente casi en la puerta de la calle”, dice uno de los manifestantes en Madrid.
Recortes como la eliminación de la paga extraordinaria de Navidad a los funcionarios, la subida del IVA, y menos dinero para los nuevos parados. Ajustes que se suman a los que ya se aprobaron en educación y sanidad.
“No podemos tolerar los recortes que están sufriendo los trabajadores y trabajadoras mientras ellos se mantienen ahí con sus pensiones, sus salarios y que recorten a la población”, expresa una mujer que acudió a la protesta.
En opinión de Alberto Montero Soler, presidente de la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales, las drásticas medidas pueden llevar a un progresivo y paulatino empobrecimiento de la clase media y de la clase trabajadora del país, y a un incremento de la miseria.
Medidas, según el Gobierno de Rajoy, imprescindibles para reducir la deuda y cumplir con Bruselas. “Es un momento difícil, es un momento especialmente duro. El Gobierno tomó el viernes pasado un conjunto de medidas que no son sencillas”, dijo el ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos Jurado. Pero que los sindicatos siguen considerando, dicen, una agresión brutal y han pedido un referéndum. “Están arruinando el país. Es necesario que la gente se mueva, porque si no nos movemos van a ir en contra de los trabajadores y las trabajadoras, de los ciudadanos de todo el mundo”, asegura un sindicalista.
Bomberos, sanitarios, profesores, periodistas y policías, del otro lado de la manifestación, protestando también. “Estamos apoyando unas medidas de presión convocadas por los sindicatos porque estamos también incluidos, somos funcionarios, somos esa maldita especie por definirla de alguna manera”, declara un policía que también participa en las acciones masivas.
Funcionarios que se han movilizado cada día durante la última semana. A ellos, se unieron colectivos como el 15M y también desempleados, que han protagonizado las protestas de este sábado. Parados de toda España llegaban a Madrid reivindicando un futuro mejor.
España lidera la lista negra de desempleo con casi seis millones de parados, tienen los peores datos de la eurozona. Una de cada cuatro personas está sin trabajo. Y según el Gobierno la situación continuará en 2013, datos que auguran un futuro tenso.
Las movilizaciones de este jueves comenzaron sin incidentes, pero al llegar la medianoche se produjeron algunos disturbios. Solo en Madrid hubo 15 detenidos y 39 heridos, aunque todos leves.
Unas horas más tarde la prima de riesgo alcanzaba un nuevo récord histórico: más de 600 puntos básicos. Los recortes no calmaron los mercados, tampoco el rescate. El viernes el Eurogrupo aprobaba la ayuda a la banca española de hasta 100.000 millones de euros. Un rescate denostado también en la calle, que sigue convulsa y advierte que mantendrá el pulso.