En marzo el Pentágono reveló sus planes de desplegar elementos de su sistema global de defensa de misiles antibalísticos en Asia y Oriente Medio, lo que conllevará la instalación de misiles interceptores desplegables basados en buques y en tierra ubicados en los territorios occidentales de Estados Unidos.
China en alerta nuclear
China expresa su preocupación por el desequilibrio militar en el continente asiático que implican los planes de EE.UU. Para mantener una disuasión creíble, China tendría que modernizar su arsenal nuclear para responder adecuadamente a las realidades de la guerra moderna.
"Esto socava la estabilidad estratégica", reconoce el mayor general Zhu Chenghu de la Universidad Nacional de Defensa de China
"Pekín tendrá que mejorar sus capacidades de supervivencia, de penetración [...] de lo contrario, es muy difícil para nosotros mantener la credibilidad de la disuasión nuclear", sostiene.
El ejército chino no ha especificado hasta el momento las modernizaciones exactas que va a efectuar en su arsenal nuclear para desafiar el escudo de Estados Unidos en la región.
China, entre el escudo y la pared
Pese a los últimos logros económicos del gigante asiático, sus recursos podrían ser insuficientes debido a características específicas de su economía como, por ejemplo, la enorme brecha entre ricos y pobres.
El número de pobres en China crece cada año. Sin embargo, en lugar de abordar los problemas graves de pobreza, Pekín tiene que adquirir nuevo armamento e invertir miles de millones en producción armamentística propia.
"China [en términos de presupuesto de defensa] es ahora el segundo país del mundo con 106.000 millones de dólares”, explica a RT el periodista internacional Conn Hallinan.
"Este es un gasto enorme de riqueza en un momento en que esto podría tener un impacto real sobre la pobreza. Y también ocurre en un momento en que se produce una desaceleración económica en Asia", advierte.
Lo mismo se aplica a la India, que el año pasado fue el principal importador mundial de armas.
Todo esto explica el retorno de EE.UU. a Asia -por medio de la venta de armamento o la organización de maniobras de guerra conjuntos en la región- , lo resulta muy preocupante para países asiáticos, especialmente para China.
EE.UU. aspira a dominar Asia
"EE.UU. quiere la dominación de espectro completo en la región. Quiere proyectar su poder militar para todos los involucrados, especialmente para China. EE.UU. puede no estar orientado a una confrontación militar directa con China en este momento, pero quiere contener a China, quiere mantenerlo servil a los dictados de EE.UU.", comenta a RT Renato Reyes, un activista político que encabeza la coalición Bayan en Manila, Filipinas.
Esta situación entraña paralelismos históricos con la Guerra Fría. Muchos expertos están seguros de que la enorme carrera de armamentos que enfrentó en la década de 1960 a Estados Unidos con la URSS fue una táctica de Washington para sabotear la economía soviética.
"Cuando se convirtió en una carrera económica, continuó una carrera armada que debilitó la economía de la Unión Soviética. Es un juego estúpido y sucedía desde la década de 1950, por desgracia, y los rusos eran las víctimas, y creo que China será en cierta medida la víctima también", resume el ex diplomático australiano Gregory Clark.
Esta por ver si los gigantes asiáticos, China e India, serán capaces de seguir aumentando su fuerza militar, sin arriesgarse a sufrir inestabilidad política y social en el proceso.