El gobierno de la República Federal Alemana y las autoridades de Baviera ocultaron los errores de los servicios secretos durante la operación para liberar a los deportistas israelíes secuestrados en los Juegos Olímpicos de Múnich1972.
Según un artículo publicado en la revista alemana Spiegel que cita documentos de la investigación, fuentes diplomáticas y actas de las reuniones gubernamentales anteriormente clasificados, la policía alemana había recibido varios avisos claros y precisos sobre los preparativos de un ataque terrorista que hoy en día resulta muy difícil explicar la ausencia de medidas de seguridad adecuadas en esa Olimpiada. En particular, la embajada de la RFA en Beirut informó en agosto de 1972 que palestinos estaban preparando “un incidente” en los JJ.OO. La cancillería alemana remitió esta información a sus organismos de seguridad.
Tras la operación de rescate, que terminó con la muerte de todos los 11 deportistas israelíes, las autoridades intentaron encubrir sus omisiones y eliminaron parte de los documentos, apunta Spiegel.
Además, los documentos revelan que el comando terrorista estaba muy mal preparado y tuvo dificultades incluso desde sus preparativos pues apenas pudieron reservar un hotel en Múnich. Tras el secuestro, los jueces de instrucción alemanes se enteraron de que los terroristas ni siquiera habían explorado el terreno donde actuaron.