Según el sitio web Slate, Microsoft ha modificado la política de confidencialidad de Skype haciendo posible una colaboración más estrecha con los órganos del orden público, tanto desde el punto de vista técnico, como desde el jurídico.
De acuerdo con el punto tres de la política de confidencialidad de Skype, el servicio y sus socios pueden "suministrar los datos personales, el contenido de las conversaciones y/o el tráfico de datos de los usuarios en respuesta a una demanda legal del poder judicial o de los órganos del orden público". Asimismo, los mensajes instantáneos enviados por los usuarios, se conservarán en el sistema durante 30 días, si los órganos competentes no solicitan un plazo distinto de almacenamiento.
Durante varios años Skype ha sido uno de los pocos servicios que hacían casi imposible la intercepción de las conversaciones de los usuarios gracias a diferentes mecanismos del cifrado de datos.
No obstante, hace unos meses se filtró información sobre las modificaciones de la arquitectura de Skype que estaba realizando Microsoft. Estos cambios en el sistema podrían permitir a los servicios especiales escuchar las conversaciones, leer los mensajes y acceder a los datos personales de los usuarios de Skype, según apuntan diferentes expertos.
Por su parte, los representantes de Microsoft declararon que las modificaciones sirven para mejorar el producto y que no hay ningún fundamento para suponer que la compañía está elaborando ´puertas traseras´ para facilitar a los servicios especiales las escuchas.
En mayo del año pasado Microsoft patentó la tecnología de “una intervención legal” que permite a los órganos del orden público interferir las conversaciones de los usuarios e interceptar el contenido que intercambian sin que se den cuenta de ello. Los altos cargos de la compañía estadounidense se negaron a contestar a la pregunta sobre si dicha tecnología se aplicaría a Skype.