Detroit, que se considera la capital de la industria automovilística estadounidense, está intentando sobrevivir a los tiempos de crisis aguda, pobreza y desempleo.
Esta ciudad norteamericana corre riesgo de quedarse abandonada completamente. Antes era una de las ciudades más desarrolladas del país y hoy en día sus habitantes prefieren dejarla lo antes posible. Algunos todavía se quedan, pero son más bien una excepción.
La “plaga” más grave de la ciudad es la falta de trabajo. Según los últimos datos, la tasa de desempleo alcanza casi al 50% de la población laboral. El problema radica en la total dependencia de la vida de la ciudad respecto a la industria automovilística. Cuando esta comenzó su declive, desaparecieron poco a poco los puestos de trabajo y algunos de sus barrios están cobrando un aspecto “posapocalíptico”.
Estos problemas han convertido este corazón de la industria norteamericana en un lugar salvaje y marcado por los problemas económicos ya que, además, el crecimiento de la pobreza también está influyendo en un aumento de la delincuencia.
Detroit, que llegó a ser la ciudad más poblada de los Estados Unidos, actualmente ocupa el noveno lugar en la lista de ciudades demográficamente más grandes del país.