La resolución sobre el proyecto fue tomada el pasado 17 de julio por el Comité Ejecutivo de la Industria de Defensa del país, encabezada por el primer ministro, Recep Tayyip Erdoğan, quien ya había solicitado que los militares desarrollen misiles con un alcance de 2.500 kilómetros.
El consejo decidió formar un centro de lanzamiento de un cohete-portador. Con la colaboración de un país de Europa Oriental, cuyo nombre no se revela por el momento, dicho centro hará posible que Turquía ponga en órbita sus propios satélites y permitirá a las Fuerzas Armadas turcas lanzar misiles que puedan desplazarse fuera de la atmósfera de la Tierra.
Actualmente solo cuatro países cuentan con misiles balísticos intercontinentales de más de 5.500 kilómetros de alcance: Estados Unidos, Rusia, China y Francia. En abril de 2012, India probó con éxito su nuevo misil Agni-V con capacidad nuclear y una autonomía de unos 5.000 kilómetros.