De acuerdo con los datos de las autoridades locales, desde el viernes pasado cuando se produjo la tragedia hasta el domingo, fueron aprobadas 2.887 solicitudes para comprar un arma. Esto representa un 25% más del promedio de ventas que vienen produciéndose entre viernes y domingos en lo que va del año y un 43% más que en el mismo intervalo en la semana anterior al tiroteo en Denver.
El crecimiento de las ventas de armas se produce no solo en Colorado, sino también en otros estados del país.
Las víctimas del tiroteo en Tucson, Arizona, que ocurrió en enero de 2011 y se cobró la vida de 10 personas, exhortaron al presidente de EE.UU., Barack Obama, y a su rival en las próximas elecciones, Mitt Romney, a exponer su punto de vista acerca de la cuestión del tráfico de armas en EE.UU. Fue el tiroteo de Denver el que motivó la súplica.
“¿Qué hará el próximo presidente para frenar esto? Hasta el momento ningún candidato ha dicho nada directamente de este problema”, indica el llamamiento publicado en la portada del periódico USA Today.
Mitt Romney fue el primero en reaccionar al llamado. “Esperamos que el simple cambio de las leyes de armas pueda ayudar a evitar incidentes similares. No obstante, no es así. El cambio de la conciencia de los estadounidenses es lo que se necesita para mejorar la situación”, destacó el candidato presidencial republicano.
Hasta el momento, Barack Obama no se refirió a ese pedido. Unos días antes la Casa Blanca había indicado que el Gobierno no tomaría medidas urgentes para limitar la venta de armas en el país.