Estos misiles actualmente están en su última etapa de prueba, tras lo cual la República Islámica empezará la fase de fabricación.
A principios de julio de 2012, Irán emprendió una maniobra de lanzamiento de misiles denominada ‘Gran Profeta 7’ (Payambar e Azam-7) con misiles tierra-tierra, simulando un ataque contra objetivos extranjeros.
Entonces, el militar iraní de alto rango, Amir Ali Hayizadeh, informó que Teherán pronto incorporaría un nuevo misil capaz de vulnerar el sistema antimisiles israelí ‘Cúpula de Hierro’ (Kipat Barzel) y advirtió que si el Estado hebreo planea atacar las instalaciones nucleares iraníes, "ellos nos darán un motivo para borrar a Israel de la faz de la Tierra".
Los expertos occidentales creen que Irán ya podría gozar de suficiente cantidad de misiles, capaces de alcanzar tanto Israel como las instalaciones militares de EE.UU. en Medio Oriente.
Actualmente Irán es el quinto o sexto país del mundo según la potencia de sus misiles, de acuerdo al secretario asistente de Defensa de la República Islámica, el general Alí Shamshir. En reiteradas ocasiones las autoridades del país persa amenazaron con responder sin dudarlo a cualquier tipo de agresión militar que se produzca contra su territorio.