Dichas medidas se deben a una brusca agudización de la situación en el país, explicó el portavoz del CICR, Hisham Hassan.
“El CICR se ve obligado a trasladar temporalmente a una parte de sus empleados fuera de Siria a raíz de una situación inestable que sigue complicándose en algunas regiones del país”, señaló Hassan al ser entrevistado por la agencia Reuters.
Sin embargo, la mayor parte de los colaboradores de la organización, tanto extranjeros como locales, seguirá trabajando en Damasco, la capital.