Por el momento no hay datos sobre posibles víctimas o daños materiales. Tampoco se ha activado la alerta de tsunamis.
Varios temblores se registraron en México durante la primavera de 2012. El más destructivo, de 7,8 grados de magnitud, fue el 20 de marzo y sacudió el suroeste de México. El terremoto dejó un saldo de 11 heridos y unas 32.000 viviendas dañadas en los estados de Oaxaca y Guerrero.