Perú y la compañía Odyssey Marine Exploration, apelarán por separado la decisión de la justicia estadounidense que ordenó a la empresa entregar a España en un plazo de diez días el tesoro de un navío sumergido valorado en 500 millones de dólares y extraído por los norteamericanos dos años atrás.
Aparte de España y la empresa estadounidense, Perú es la tercera parte involucrada en el proceso judicial, ya que reclama que la plata encontrada en el lugar del hundimiento de la fragata "Nuestra Señora de Las Mercedes" fue extraída de minas peruanas.
El tribunal de Tampa (Florida), tras rechazar las pretensiones de Perú, señaló que Odyssey debía devolver a España en un plazo de diez días, el tesoro compuesto por 500.000 monedas de plata y centenares de objetos de oro. Sin embargo, las riquezas deberán permanecer bajo custodia en Estados Unidos hasta que termine el proceso de apelación.
La justicia determinó que el tesoro extraído por Odyssey del fondo del mar, en una operción denominada por la empresa estadounidense "Cisne Negro", pertenece sin duda a la fragata española "Nuestra Señora de Las Mercedes".
Odyssey rescató en 2007 frente a las costas de Gibraltar las monedas de plata y oro y las trasladó y almacenó en secreto en EE.UU. La empresa insiste en que no existen pruebas de que se trate de la fragata española y que, aunque así fuese, el buque estaba en una misión comercial y no militar cuando se hundió en el océano Atlántico, muy cerca de la costa portuguesa, en 1804.
La reclamación española agrega que los restos de "La Mercedes" pertenecen a un cementerio de guerra y se encuentran protegidos por la inmunidad soberana del Reino de España, calificando la decisión del tribunal norteamericano de "crucial para la defensa del patrimonio histórico español".