“La concepción del sistema de defensa antimisiles no está totalmente clara y este es el principal problema. No lo saben ni los propios contribuyentes estadounidenses", dijo en una entrevista concedida al diario británico The Times. También se refirió a la posición de algunos países europeos: "Sus líderes me dijeron en privado que para ellos no es necesario, pero que sus amigos (EE.UU.), por ser el principal miembro de la OTAN, nos la ha impuesto”.
Además, indicó que en caso de que el sistema de misiles europeo esté dirigido contra objetivos rusos, se violará el acuerdo nuclear alcanzado entre Rusia y EE.UU. “Si hasta 2018 no alcanzamos ningún acuerdo sobre este asunto, entonces puede empezar una nueva carrera armamentista”, advirtió.
Por otra parte, el primer ministro negó que las relaciones de Moscú con Washington hayan entrado en una etapa de tensión y subrayó que “los últimos años, en la historia de las relaciones ruso-estadounidenses, han sido los más productivos”.