Violencia en Colombia, principal causa del éxodo de refugiados a Ecuador

El 98 % de los refugiados en Ecuador son colombianos que huyen de la violencia y el conflicto armado entre la guerrilla, los paramilitares y el Ejército nacional que aqueja a su país desde hace unos 40 años, según el ACNUR.
Las secuelas del conflicto armado en Colombia son extrema pobreza, desplazamientos y más violencia. Por este motivo mucha gente intenta emigrar a Ecuador.

Muchas personas se trasladan con lo poco que tienen y empiezan una vida desde cero. “Me compré una bicicleta y andaba en ella, llevaba mi máquina en una mano y manejaba con la otra, hasta que me dieron una ayudadita y compré esta moto y con ella empecé y ahora ya tenemos un carro y así vamos”, dice un refugiado colombiano.

La apertura de las fronteras de Ecuador ha favorecido la inmigración desde varios países vecinos. La Constitución de la República de Ecuador garantiza que ningún extranjero es ilegal en el país, así sus consulados reciben más de 1.200 solicitudes de refugio a la semana. Pero el número de inmigrantes no se puede calcular con el número de solicitudes de asilo ya que la clandestinidad llega a ser tres veces más que los solicitantes legales.

La legislación nacional garantiza a los refugiados el acceso a la educación y la sanidad pero a veces los encargados de brindar estos servicios no respetan estas normativas. Por ello, diferentes ONG sensibilizan a la población para que no haya casos de discriminación.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) inició sus operaciones en Ecuador en el 2000 para proteger y asistir a las víctimas del conflicto colombiano.

“Tal vez la gente que los amenazó en Colombia también puede estar aquí, padecen mucha violencia, entonces el ACNUR busca una alternativa para estas personas y los apoya para buscar alternativas en un tercer país, como Canadá, EE.UU. en otros de América Latina, como Argentina o Brasil” dice Jozef Merkx, representante adjunto del ACNUR en Ecuador.

Los colombianos en Ecuador buscan trabajo, vivienda y ante todo seguridad. Para ello tienen que relacionarse con la gente local y una vez ganada la confianza ya es posible empezar una nueva vida.