Según anunció el pasado 30 de julio el general Ray Odierno, jefe del Estado Mayor del Ejército de EE.UU., los 550.000 reservistas y militantes civiles de la Guardia Nacional van a dedicar a entrenamientos en bases especiales un fin de semana de cada mes y hasta 7 semanas seguidas por año. En tiempos de paz las normativas prevén, sin embargo, que el período de ejercicios militares debe durar solo dos semanas anuales.
Odierno acentuó que hoy en día, cuando el Ejército se esfuerza por recortar gastos y reducir el número de efectivos de ocupación completa en sus filas de 570.00 personas hasta 490.000 para el año 2017, la competencia bélica de los reservistas es una necesidad vital.
Washington quiere mantener bien preparados sus recursos militares porque planea continuar sus operaciones bélicas en África del Norte y Oriente Próximo, opina el analista político Emilio Viano.
“Los reservistas eran uno de los recursos más importantes del Pentágono en las guerras en Iraq y Afganistán”, acentúa el experto. “Es obvio que habrá más conflictos: EE.UU. están muy interesados en controlar el desarrollo de los países de África del Norte y de Oriente Próximo. Quieren estar preparados para eventuales conflictos en estas regiones”, opina Viano.