Según Reuters, el rebelde Ejército Libre Sirio habría recibido alrededor de dos decenas de misiles tierra-aire, conocidas como MANPAD, que son complejos portátiles para lanzar misiles desde el hombro.
Se informa que estas armas, especialmente útiles para destruir los helicópteros de las tropas gubernamentales sirias en Alepo, llegaron a manos de los insurgentes a través de Turquía, cuyo gobierno continúa exigiendo la destitución de Al Assad.
La agencia cita fuentes de la cadena NBC y no precisa ni el tipo de misiles (varían de primitivos hasta muy sofisticados), ni el proveedor. Pero algunas fuentes indican que varias naciones árabes, como Qatar y Arabia Saudita, podrían haber buscado vías para suministrar esas armas.
Mantener en su poder la ciudad de Alepo, la capital económica del país, es clave tanto para el gobierno de Siria como para las fuerzas de la oposición armada. En caso de que ganen los insurgentes, esperan instalar ahí una zona segura bastante grande para continuar con su ofensiva.
“El destino de nuestro pueblo y nuestra nación, el pasado, presente y el futuro dependen de esta batalla”, dijo a su vez el presidente sirio Bashar Al Assad en un comunicado, donde calificó la lucha por Alepo como “crucial” y agradeció al Ejército sirio.
Desde el principio de la batalla en Alepo, más de 200.000 personas han abandonado sus casas y los que permanecieron en la ciudad asediada viven sin agua potable, alimentos ni electricidad.
Entretanto, la situación en Siria, donde según los datos de la ONU ya han perdido la vida unas 16.000 personas, se agrava con el aumento de la presión desde el extranjero que no fomenta la paz ni el diálogo político. Este lunes, EE.UU. sigue exigiendo la destitución de Al Assad y confirmó que continuará "expandiendo" y aumentando la asistencia "no letal" a los insurgentes sirios.
A su vez Turquía, otro opositor del régimen sirio, podría haber preparado campos de entrenamiento para los rebeldes sirios y ha trasladado este lunes un convoy de carros blindados, tanques y tropas de infantería a la frontera siria del norte de Alepo. Anteriormente, el país cerró su frontera con Siria y desplegó allí misiles de defensa antiaérea.