Se cree que Jesús nació en una cueva, sobre la que después fue construida la Iglesia de la Natividad. En el Evangelio está escrito que José y María, por orden del emperador Augusto, llegaron a Belén para participar en un censo. No había lugar libre en los hospedajes del lugar y se quedaron para pasar la noche en un corral. Allí ocurrió el milagroso nacimiento.
Sorprendentemente la Iglesia de la Natividad es la única iglesia cristiana en Israel y la Autoridad Palestina, que ha logrado sobrevivir a la época otomana. La iglesia fue reconstruida en el siglo VI antes de Cristo y desde entonces su aspecto no ha cambiado. Para los creyentes, por supuesto, la iglesia es mucho más que un monumento de la arquitectura, pero el hecho de que el templo sobrevivió durante 14 siglos parece casi un milagro.
En la plaza principal de Belén organizaron un concierto público. Y no sólo los cristianos han decidido venir a Palestina para la Navidad.
"Soy budista, pero pensé que sería muy agradable festejar la Navidad en el lugar donde nació Jesús. Volé aquí desde Filadelfia", dijo un peregrino.
El ambiente de fiesta llenó las calles de Belén en vísperas del mágico día. Además de los turistas habituales, en el templo había un peregrino extraordinario: repleto del pacifismo de Tolstoi y Gandhi, Arthur Bogomil 30 años atrás abandonó su hogar en Bulgaria y no regresó más a casa. Viajó 30 mil kilómetros en nombre de la paz en la Tierra.
"En el lugar donde nació Jesús sigue habiendo un conflicto militar. A Jesús le llamaron el Salvador pero al mundo aún hay que salvarlo. La mayoría de las personas nunca han vivido en los mandamientos de Cristo, las personas siguen luchando", señaló.