Los archivos secretos de régimen del dictador chileno Augusto Pinochet muestran los grandes esfuerzos del militar para desacreditar a sus opositores y ganar aliados, revela la agencia alemana de prensa, DPA. En particular, se menciona a Alberto Cardemil, actual diputado del Partido Renovacion, que en los tiempos de la dictadura era viceministro del Interior. Según los documentos, Cardemil remitió a la Cancillería las fichas secretas de activistas de la religiosa entidad defensora de los derechos humanos Vicaría de la Solidaridad para iniciar una campaña de desprestigio en su contra.
"Conforme a lo conversado en nuestro reunión-almuerzo de días pasados me permito adjuntarle la carpeta con los antecedentes completos de las personas que trabajan en la Vicaría de la Solidaridad", redactó Cardemil el 26 de abril de 1985 en el oficio secreto 1953. Tras conocerse esta información, el actual diputado Cardemil asegura que es falsa y niega estar involucrado.
Las piezas clave de los archivos declasificados son los Informes de Apreciación Sociológica que la Armada preparó para la Junta Militar en los últimos años del régimen. En ellos se detallaba la entrega del poder y las características que debía tener la democracia en ciernes, donde se esperaba que los militares no cedieran "el principio de autoridad".
También se destaca el Plan de Operaciones Epsilon, diseñado por el coronel Manuel Contreras en 1975 ante la visita al país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El plan tenía el objetivo de neutralizar las denuncias internacionales por violaciones a los derechos humanos en Chile y distraer la atención de la Comisión de los abusos contra personas.
Además, hay evidencias de que los agentes de la CNI se dedicaban al seguimiento a cientos de artistas y corresponsales dentro y fuera de Chile, como Pierre Kalfon de Le Monde y James Pringle de Newsweek. Los textos exhiben las conversaciones con el Vaticano para neutralizar a los sectores de la Iglesia que criticaban las violaciones a los derechos humanos liderados por el cardenal Raúl Silva Henríquez.
Según estimaciones recientes, el número de víctimas del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) superó las 40.000 personas (cifra en la que se incluyen 3.225 muertos o desaparecidos).