Berlusconi se compromete a acabar con la mafia antes de 2013
El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, declaró que vencerá a la mafia italiana de aquí a 2013 y dijo que prevé que la recuperación económica llegará para 2010.
Tras la Navidad, el jefe del Gobierno italiano ha vuelto a aparecer en público, después del incidente del 13 de diciembre en Milán, donde fue golpeado con una réplica en miniatura del Duomo de la ciudad del norte de Italia. El primer ministro ha perdonado a su agresor, Massimo Tartaglia, aunque, paradójicamente, ha pedido para él una sentencia ejemplarizante, para evitar que vuelvan a producirse agresiones a políticos.
Berlusconi consideró que, desde la agresión, el clima ha mejorado. “Después de lo ocurrido en la Plaza del Duomo, el clima político parece haber cambiado y ha cambiado para mejor ya que se ha calmado y la gran mayoría de los italianos se ha inscrito en lo que alguien ha llamado irónicamente el partido del amor”, dijo.
Berlusconi hizo unas declaraciones políticas y aseguró que podrá retomar la actividad completa a partir del 7 de enero.
En lo referente a la economía, el mandatario aclaró que confía en la recuperación económica, porque “todos reaccionan positivamente, con fe y optimismo, porque sin optimismo no se va a ninguna parte”. El mandatario destacó que todos los indicadores económicos son positivos y “van en esta dirección”. Por esta razón, Berlusconi se mostró convencido de que la recuperación económica en este país comenzará en 2010.
Además, reiteró su deseo de “derrotar definitivamente” a la mafia italiana, la organización criminal la Cosa Nostra, durante “los años que quedan de esta legislatura”. El mandatario calificó a la mafia como un “fenómeno patológico” e insistió en que “ningún gobierno de la República ha actuado con tanta determinación y eficacia en la lucha contra las organizaciones criminales” como el suyo.
Sin embargo, a principios de diciembre de 2009 acusaron a Berlusconi de nexos con la mafia italiana. Las acusaciones las hizo un “pentito” o mafioso arrepentido que se convirtió en informante durante una investigación judicial. En aquel momento el portavoz del primer ministro italiano negó las acusaciones y señaló que “la mafia intenta desacreditar al mandatario”.