Inauguran 3 nuevas estaciones de metro en Moscú

Hoy sábado 26 de diciembre se estrenarán en Moscú 3 nuevas estaciones del metro. A partir de este momento el subterráneo moscovita contará con 180 estaciones.

Las autoridades aseguran que la extensión del metro ayudará a aliviar el tránsito de una de las zonas más pobladas de la ciudad en donde se concentran más de 130 000 habitantes. Según informa el departamento de prensa del metro de Moscú, en 2010 se planea construir otra estación en la misma zona. Además, informan que ésta es la primera vez en que la construcción de un sistema de transporte masivo en la capital es financiada por un inversionista privado.

El metro de Moscú siempre ha sido considerado como uno de los más grandes del mundo. Sin embargo, tras la época soviética la población de la capital casi se duplicó provocando un colapso de tráfico. Según datos oficiales, la población de Moscú cuenta con más de 10 millones de habitantes, pero siendo el más importante centro político y económico del país, diariamente acoge a miles de personas más.

Además, este sistema de metro es el primero del mundo por densidad de pasajeros y transporta a alrededor de 3.341.500.000 personas al año. Cerca de 9,2 millones de personas lo utilizan al día.

El metro de Moscú, también llamado “el palacio subterráneo”, fue inaugurado en 1935 tras la apertura de la primera línea que constaba con 7 estaciones. A finales de la década de 1930 ya comenzaron a circular trenes en otras tres líneas, sin embargo, quedaron pendientes muchos proyectos más que el estallido de la Segunda Guerra Mundial retrasó.

La intensa vuelta a las obras se inició tras la guerra, así, se pusieron en servicio varios recorridos nuevos y en especial el más importante —“la línea anillo”— vía circular que une estaciones de todas las lineas radiales acortando los tiempos de transbordos entre recorridos.
 

Aquellos que descienden al subterráneo por primera vez siempre se asombran por gran su profundidad. La razón radica en el inicio de la Guerra Fría: las estaciones estaban ideadas para servir de refugios nucleares en caso de surgir una guerra con los Estados Unidos. 

Después de la desintegración de la Unión Soviética el metro perdió su carácter estratégico e incluso comenzaron a construirse andenes en la superficie. Los nuevos proyectos tampoco sirven de refugios; están diseñados para mejorar la circulación de la tumultuosa población moscovita.