Los JJOO de Londres perjudican a las pequeñas empresas

Estos días en la capital británica se vive un vaivén no sólo en el campo deportivo, sino también en el económico. Mientras las grandes corporaciones parecen disfrutar de los contratos millonarios que han llevado los Juegos Olímpicos a Londres, los pequeños comerciantes denuncian que este magno evento no les ha generado ningún beneficio o incluso hasta ha empeorado su situación financiera.
“Hay un bajón ahora. Me parece que es la otra cara de los JJOO. Se esperaba que este verano fuera muy agitado pero no hemos tenido ningún incremento. Resultó peor”, afirma la propietaria de una tienda de recuerdos.

Los londinenses aseguran que no ve ningún incremento en el número de compradores. “A pesar de la Olimpiada, hay mucha tranquilidad en nuestra tienda. Quizás la gente haya decidido que la ciudad quedará muy saturada y haya preferido salir. No entiendo por qué hay tan poca gente. Es un misterio”, agregó otro comerciante local.

Antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, muchos fueron los comerciantes que cifraron sus esperanzas en obtener buenas ganancias con la llegada de miles de visitantes a la capital británica. Sin embargo, para la mayoría, la realidad ha sido frustrante. Una de las razones es que el número de turistas que llegaron a Londres es mucho menor del que se esperaba.

“Este verano ha sido bastante ocupado. Hemos vendido muchos jeans del material índigo. Pero esto se debe a que el producto que vendemos es muy peculiar. Durante la Olimpiada no se ha incrementado la venta. Esperábamos ver mucha gente por los Juegos. Sí, hubo movimiento, pero no tanto como lo habíamos pensado”, relató un pequeño empresario.

Otra dificultad para este sector ha sido el tráfico. Según datos estadísticos, más de un millón y medio de personas se fueron de la capital para evitar el caos en las carreteras.

“Muchos han tenido miedo de acercarse al centro de Londres por los problemas con el transporte. Habrán pensado que iba a ser un desastre, una pesadilla. Y las tiendas están vacías. No es nada bueno para el negocio”, comenta el administrador de un restaurante.

Pero los que no pudieron escapar fueron los pequeños empresarios, quienes lejos de verse beneficiados por el flujo turístico,  están a la espera de que culmine la máxima fiesta internacional del deporte para intentar recuperar las ganancias que quedaron sepultadas junto a sus esperanzas.