Esta iniciativa se enmarca dentro del paquete de acciones adoptadas por el Gobierno uruguayo en su estrategia de lucha contra el tráfico de estupefacientes, un negocio que nutre al narcotráfico con entre 30 y 40 millones de dólares anuales. Su objetivo es separar el mercado de las drogas legales de las ilegales y permitir concentrar los esfuerzos, recursos humanos y económicos hacia medidas que combatan las drogas de efectos más nocivos.
El texto, hecho público el Ministerio de la Presidencia en su sitio web, consta de un único artículo de tres párrafos que regulan todas las actividades relacionadas con la importación de semillas de cáñamo, la producción, distribución y comercialización de esta droga y contempla un plan de sensibilización para minimizar los daños derivados del consumo de la marihuana una vez legalizada.
Cánepa aclaró que "nadie está diciendo que la marihuana sea buena", pero sí necesaria para cambiar políticas públicas que "durante más de 50 años en el país no han dado los resultados que se esperaban".
Según se prevé, la iniciativa "va a permitir un debate social muy amplio", tras el cual el presidente José Mújica tiene intención de realizar una encuesta oficial para conocer la opinión de la ciudadanía, añadió el funcionario.
Esta medida cuenta con el respaldo explícito de la Comisión Global de Política de Drogas, integrada por multitud de organismos internacionales, ex mandatarios y altos representantes de diversos estados, así como de artistas de la talla del colombiano Juanes, quien ya ha aplaudido públicamente la iniciativa del presidente uruguayo.
Mientras el texto sigue su curso institucional, en la calle ya se preparan para su aprobación reavivando el espíritu de la 'Copa Cannabis', un peculiar concurso que premia el mejor cannabis del país y que hasta la fecha ha estado rodeado de secretismo, pero al que la nueva medida puede dar un alcance internacional.