El proyecto fue aprobado por el Senado del país después de ser sancionado por la presidenta, Dilma Rousseff. La compañía se crea para desarrollar y supervisar el programa nuclear y, en el marco del mismo, construir un submarino impulsado por energía atómica.
Amazul se subordinará al Ministerio de Defensa y tendrá sede en São Paolo. Empleará al mismo personal que trabajaba en la antigua empresa Egerpron, que va a dejar de existir y que anteriormente estaba elaborando el programa nuclear de la Marina brasileña.
El proyecto del submarino nuclear brasileño fue relanzado por el ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva. El objetivo era concluir el primer reactor en 2014 e iniciar la construcción del submarino nuclear en 2016 para terminarlo en 2021. Para el diseño de la nave se basarán en el sumergible francés Scorpène O'Higgins.
Si llega a concluir el proyecto, Brasil será el primer país de América Latina en contar con un aparato de propulsión nuclear en su flota y el séptimo del mundo, después de Rusia, EE.UU., China, Reino Unido, Francia e India.
Imagen: AFP/ Mychele Daniau, El sumergible francés Scorpène O'Higgins, que servirá de modelo para la nave brasileña