Peter Turchin, de la Universidad de Connecticut, ha dedicado unos 15 años al análisis de un enorme volumen de datos sociales y económicos con un método conocido como 'cliodinámica' (en honor a la musa de la historia en la mitología griega, Clío).
Se basa en cuatro variables: el número de habitantes, la estructura social, el poder del Estado y la inestabilidad política.
Turchin concluye que en la historia de EE.UU. se observan ciclos de agitación social que se repiten cada 50 años aproximadamente. Estos periodos son descritos en la publicación Nature de la siguiente forma: “Turchin lo llama el ciclo ‘padres e hijos’: los padres responden con violencia a las manifestaciones de injusticia social; los hijos viven con el miserable legado del conflicto pero se abstienen [de actuar]; la tercera generación empieza de nuevo el ciclo”.
El científico ve señales de futuros disturbios en el aumento de manifestaciones de violencia como los tiroteos indiscriminados en los últimos años. Este verano se han producido dos tiroteos de este tipo: uno en un cine de Denver y otro en un templo de la religión india Sij en Wisconsin. Los ataques se cobraron en total las vidas de 18 personas.
El anterior ciclo llegó a su cima en la década de 1970, marcada por la lucha por los derechos de las mujeres y de igualdad racial, las protestas pacifistas contra la guerra de Vietnam y el escándalo del Watergate, que provocó la dimisión del presidente Richard Nixon, entre otras manifestaciones de agitación social.
“Una crisis muy seria está a la vuelta de la esquina”, según escribe Turchin en su blog. Sin embargo, el científico admite que ésta se puede suavizar si las élites de la sociedad estadounidense realizan reformas y neutralizan así el peligro de una posible revolución.