Las jubiladas moscovitas combaten a la vejez con artes marciales
El de la vejez es un fenómeno natural en la especie humana, que puede ser recibido de distintas formas. Podemos sentarnos a ver televisión, aprovechar el tiempo descansando o practicar las artes marciales, como unas abuelitas rusas.
Nina Belikova de 71 años, que practica las artes marciales, cuenta que gracias a esas clases ha recuperado la flexibilidad y se siente llena de energía. “Realmente me gusta mucho esto que estamos haciendo”, agrega.
Otro caso es el de Elvira, quien luego de trabajar como ingeniera en geofísica y obtener el título de doctora en ciencias en la Universidad de Moscú, a los 30 años se dio cuenta de que su vocación, que heredó de su madre, era la pintura artística.
Lyubov Adamchik, estudiante de japonés y de artes marciales, tiene el objetivo de vivir 144 años y romper así récords de edad en la práctica del aikido. Dice que para alcanzar su meta debe estar activa y con buena salud.
“En este momento estoy estudiando japonés y en las artes marciales soy cinturón naranja y me falta poco para conseguir el cinturón verde; sólo debo pasar algunas pruebas y conseguiré los siguientes cinturones hasta llegar al que quiero, el cinturón negro,” declara Lyubov.
No quiere confesar su edad, pero asegura que todos se sorprenden cuando la dice, ya que al parecer representa menos.
El pasatiempo de estas mujeres es un verdadero ejemplo a seguir, desde Rusia al mundo, que pone en evidencia el hecho de que nunca es tarde para aprender, pasarlo bien y sentir a cada minuto, que estamos vivos.