La operación 'Rápido y Furioso', a cargo de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, en inglés), permitió el tráfico ilegal de unas 2.000 armas a México en 2009, con el fin de seguir su rastro y dar con los cabecillas del narcotráfico y el crimen organizado en ese país.
Los documentos, explicó el Comité en un comunicado, "demostrarán por qué al Departamento de Justicia le llevó diez meses" retractarse de una carta con fecha del 4 de febrero de 2011 que, según los republicanos, contenía falsas negaciones" sobre las tácticas utilizadas en 'Rápido y Furioso'.
La Casa Blanca ha defendido la cooperación de Holder en las investigaciones, pero se niega a entregar los documentos solicitados por el Comité con el argumento de que el fuero ejecutivo protege las deliberaciones internas de las agencias federales.
El Comité reiteró hoy su queja de que el presidente Obama haya recurrido a la figura del fuero ejecutivo "en el penúltimo minuto" antes de que el Comité aprobase una resolución de condena ante la negativa de Holder de entregar los documentos.
¿Protege Obama a la industria de armas?
“Es parte del control del negocio de la venta de armas, que puede sustentar gran parte de la economía de los Estados Unidos” opina el director del Movimiento Latino USA, Lorenzo Topete.
“Es por eso que el presidente Barack Obama ha congelado esos archivos para proteger los intereses de esta industria”, asegura el experto. Topete añade que al mismo tiempo los republicanos sacan tajada de la situación, demandando a la administración demócrata, sus rivales en la temporada preelectoral en EE.UU., para ganar puntos localmente.
Se calcula que unas 1.400 armas aún no han sido recuperadas. Además, dos de ellas, dos rifles de asalto AK-47, aparecieron en la escena del asesinato del agente de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. Brian Terry, el 15 de diciembre de 2010.