El avión, cuyo diseño ha costado unos 140 millones de dólares, se denomina X-51A WaveRider y, si todo va bien, 'morirá' este martes tras caer desde un bombardero B52 y alcanzar una velocidad de 7.200 kilómetros por hora.
Los en /ciencias/view/50799-japon-pesca-cesio-ra sayos finales empezarán en una base aérea en el estado de California de dónde el WaveRider despegará a bordo de un ala del bombardero. Al alcanzar los 15.000 metros encenderá el acelerador del avión para alcanzar una altitud de 21.000 metros y una velocidad de 6 mach, es decir seis veces más rápido que el sonido.
La misión del avión durará 300 segundos, su tiempo de vuelo más largo hasta el momento. Después, si las estimaciones son correctas, se apagará y se hundirá en el mar, habiendo cumplido su objetivo con éxito.
En este caso el avión podría revolucionar la industria de los vuelos supersónicos, abriendo la puerta a numerosas aplicaciones. Su uso en la esfera civil permitiría cubrir la ruta entre Nueva York y Londres en una hora (en vez de diez). Para entendernos, ahora el avión de pasajeros más rápido (el Cessna Citation X)
alcanza la velocidad de 0.9 mach o 1100 kilómetros por hora.
La NASA y el Pentágono esperan usar la aeronave con fines militares, en concreto para desarrollar nuevas armas y aviones furtivos militares. Tales velocidades neutralizarían las armas de enemigo y permitirían golpear objetivos con mayor rapidez. Ahora las armas con tales características son los pesados misiles balísticos intercontinentales con ojiva nuclear. Sin embargo, los misiles ordinarios suelen tardar horas en aniquilar algo, y es por ello que los expertos ven el futuro en las armas supersónicas.
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