Fuentes del gobierno en Quito confirmaron que, pese a las cuestiones jurídicas que quedan pendientes, Correa dará luz verde al asilo político de Assange. Poco después la información sobre la concesión de asilo político por Ecuador fue desmentida por Rafael Correa en su cuenta personal en Twitter.
Las fuentes citadas por The Guardian
aclararon que la oferta fue planteada a Assange hace varios meses, mucho antes de que él se refugiara en la embajada tras mantener negociaciones confidenciales con alto personal de la embajada de Londres.
El funcionario, que tuvo conocimiento de las conversaciones, dijo que la embajada había analizado la petición de asilo de Assange. El gobierno británico, sin embargo, "desalienta la idea", dijo el oficial. El gobierno sueco tampoco se mostró "muy colaborador", dijo el funcionario.
"Percibimos la solicitud de Assange como una cuestión humanitaria. El contacto entre el gobierno de Ecuador y WikiLeaks se remonta a mayo de 2011, cuando nos convertimos en el primer país que vio los cables diplomáticos estadounidenses filtrados completamente desclasificados”, dijo la fuente. Y añadió: “Es evidente que cuando Julián entró en la embajada ya existía algún tipo de acuerdo. Vemos en su trabajo un paralelismo con nuestra lucha por la soberanía nacional y la democratización de las relaciones internacionales”.