Johannes Caspar, representante del departamento alemán que se dedica a la protección de información, informa que, si bien la investigación fue suspendida en junio, ahora las autoridades no tienen más remedio que retomarla tras varios intentos improductivos de convencer a Facebook para que corrija su política de inviolabilidad de la privacidad de datos de los usuarios, informa el diario 'The New York Times'.
La introducción del nuevo servicio en la red social causó indignación en las autoridades de los países de la Unión Europea, donde es obligatorio obtener el permiso de una persona para usar su información personal. Facebook admite que recoge los datos biométricos de sus usuarios, pero que esta práctica no es ilegal en Irlanda, donde se encuentra la sede europea de la red social. Tras mantener negociaciones con las autoridades de Irlanda, Facebook acordó dar una explicación detallada sobre los principios de la tecnología de reconocimiento facial.
Caspar planea concluir la investigación en un futuro próximo y dirigir a Facebook una demanda oficial para eliminar la base de datos. Si Facebook hace caso omiso a la demanda, podría ser multado con 25.000 euros, además de ser forzado por orden judicial a introducir cambios en el funcionamiento de su servicio en Alemania.
Este no es la primera acusación formal que afronta Facebook en Alemania. En marzo un tribunal alemán resolvió que la red social no informa de manera adecuada a sus usuarios sobre el destino de los correos electrónicos de sus amigos, importados de sitios digitales.