Algunos expertos creen que la medida generaría más tensión en las comunidades fronterizas. Pedro Ríos, director del Comité de Amigos, asegura que, dado que Estados Unidos “está retirando las tropas de sus lugares [Afganistán e Irak] y existe la necesidad de buscar dónde poder utilizar estas medidas militaristas, usan la frontera como blanco para valerse de esta tecnología” en una zona que no esté en guerra, explica el experto.
Ríos afirma que las medidas paramilitares que se han estado utilizando en los últimos 30-40 años han sido un fracaso total en el control fronterizo y cree que todo esto va a generar mucha más tensión dentro de las comunidades fronterizas, especialmente porque existe la posibilidad de que comunidades enteras se sientan vigiladas por el gobierno federal, algo que, según él, “es muy preocupante”.
El proyecto está pensado para encontrar usos alternativos al costoso equipo militar que será traído de Afganistán. Además de los dirigibles, existe la intención de explorar el uso de más de un centenar de otros dispositivos militares en la zona limítrofe.
Según varias organizaciones de derechos humanos, cerca de quince mil personas han perdido la vida desde 1994 en su intento por cruzar la frontera norte mexicana y llegar a territorio de Estados Unidos.